domingo, 13 de noviembre de 2011

Desarrollo en el Oriente Antioqueño: un proceso pensado desde afuera


Aproximación a las dinámicas de  proyección y participación en la región

Gabriel Giraldo
2011
El Oriente Antioqueño es una región rica geográficamente con innumerables atributos en la agricultura, ganadería, manufactura, ortalizas, flores, agua y gente. Su economía, por tradición se ha basado principalmente en labores del campo e industrial en los últimos años. Sin embargo la subregión está atravesando por un momento de “evolución” sin precedentes que ha cambiado la manera de vivir de todos sus habitantes debido principalmente a la industrialización, tecnificación y explotación tanto de sus recursos como tierras distorsionando progresivamente  la identidad, arraigo, tradiciones familiares y sobretodo generando un conflicto entre el desarrollo territorial integral de la comunidad y los grandes proyectos que desde afuera se ejecutan y plantean para la región.
Las subregiones  Altiplano y embalses[1] son las que más rápidamente están sufriendo este fenómeno expansivo que se desplaza de la ciudad (Valle de Aburrá) hacia la zona Oriente. Si bien es un proceso natural dado por la industrialización, modernización, crecimiento demográfico y  otros aspectos, no se está realizando de forma planificada e integradora, con lo cual las dos regiones se podrían integrar armoniosamente logrando un equilibrio en el desarrollo integral de la comunidad que empieza a formar parte del proceso de acople global[2].

Dividiré en tres procesos (no son los únicos) de más importancia que han modificado profunda y permanentemente la forma de vivir y producir  de los habitantes del Oriente Antioqueño:

Doble calzada Medellín-Bogotá:
Ésta obra que fue planteada desde el Gobierno central con miras a desarrollar el transporte de carga pesada, productos y mercancías en general. La autopista atraviesa desde San Luis, parte de Cocorná, El Santuario, Marinilla, Rionegro hasta Guarne. Su ejecución ha contribuido a la movilización de productos y carga desde la región a hacia el centro de Medellín, además de otros departamentos, sin embargo ha dejado alienados municipios como Sonsón, Abejorral, Argelia, Nariño en el sentido de tránsito vehicular y facilidad de distribuir la producción que en éstas localidades se genera.

Aeropuerto José María Córdova (construido entre 1973-1979)
Ubicado en el municipio de Rionegro, fue en su tiempo uno de los aeropuertos más sofisticados del país, atendiendo vuelos internacionales. Potencio el flujo de personas entre Medellín y la ciudad intermedia, además contribuyo a la valorización de las tierras aledañas como lo son Llanogrande, Sajonia y Rancherías.
También empresas como: Coltejer, Viniltex de Pintuco, Riotex, Almacentes de cadena éxito, Une telecomunicaciones, Carrefour, entre otras; se han asentado en Rionegro, lo cual ha generado una amplia oferta de empleo pero a su vez ha impactado profundamente la forma de producción de quienes surten de materia prima a éstas empresas (principalmente los almacenes de cadena) obligando en muchos casos a que los campesinos no generen utilidades en su producción. Por lo cual el desplazamiento a la ciudad por convertirse asalariados es uno de los grandes fenómenos que presenta la región en sí.´

13 Microcentrales y 7 Hidroeléctricas
En total son 20 plantas de generación energética ubicadas en 13 municipios de las cuatro subregiones (las cuales han modificado completamente la geografía y demografía de los municipios en donde se han ejecutado estos megaproyectos. Convirtiendo en la población que basaba sus actividades productivas en el cultivo y pesca al comercio y turismo; cambio que aun tiene secuelas (pobreza, desarraigo, sin campesinos, explotación) en gran parte de la población  y que en términos generales no trae los beneficios suficientes a la región proporcionales a labor que cumple.

Túnel de Oriente (2011-2015)
Es uno de los megaproyectos más cuestionados; pues su ejecución aparte de significar un costo alto para el Departamento y se podría decir que solo beneficiara a una parte de la población (solo los que tengan automóvil privado) pues el túnel no serviría para transportar carga pesada, ósea, los productos que principalmente se producen en Oriente.
El túnel busca reducir el tiempo de transcurso entre el Valle de Aburrá con el Valle de Sán Nicolás (específicamente Rionegro) y sería la cuarta vía que conectaría a la ciudad con el Oriente de Antioquia.
También será otro factor que influya en la valorización de las tierras aledañas al aeropuerto José María Córdova, pues la salida del túnel en Oriente se plantea hacerla lo más cerca posible de él.
Aunque son mucho más los elementos que han convertido el Oriente en una zona de interés en inversión externa; los anteriores han sido los principales factores estructurantes en cuanto a productividad y aprovechamiento de los recursos. Todo esto obedece a una serie de estrategias planteadas a nivel regional y nacional como: la Visión Antioquia 2020, Planes de Ordenamiento Territorial, Consejos Municipales de Políticas Sociales, PLANEA, PNUDm ONG´S y otra serie de instancias en donde se determina como cada región va a sacar el máximo de producción de acuerdo a su geografía y demografía.
A nivel general  esta planeación es ideal para lograr un desarrollo bien distribuido y asignado en cada subregión que, en su conjunto, implica un pie de fuerza industrial y comercial fundamental para el desarrollo del país. Sin embargo, la poca participación que se le brinda a la comunidad de cada una de las subregiones, en este caso el Oriente Antioqueño, para apropiarse de su territorio y decidir con otras instancias cómo y de qué manera se deben explotar sus tierras es casi nula, como mucho, invitan a sus representantes (alcaldes, concejales, lideres) para que asistan a la presentación de los proyectos, no a la formulación.


Oriente cercano y Oriente lejano
Los diferentes megaproyectos ejecutados y en ejecución en el Oriente han dividido progresivamente la región en dos partes; una (la más desarrollada en materia de modernización) es el Altiplano conformado por  nueve municipios (Guarne, San Vicente, Rionegro, Santuario, Marinilla, El Carmen de Viboral, El Retiro, La Unión, La Ceja) y que concentra la mayoría de población, al igual que la mayoría  del sector industrial, tecnología, acceso a internet banda ancha, vías de comunicación, entre otros elementos. Y la segunda parte del Oriente cercano que está compuesta por el Peñol y Guatapé  en donde se concentra principalmente la actividad de turismo lo cual genera un contacto permanente de dichas localidades con el exterior.
En contraste, el Oriente lejano es todo lo contrario, sus vías de acceso aun están en un estado primario, su conexión a la tecnología es mínima, y su inclusión dentro de los proyectos de desarrollo simplemente quedan en papel solo como una parte de producción campesina  en donde poco a poco y principalmente los almacenes de cadena deterioran la economía de los municipios y provincias a falta de medidas proteccionistas por parte de los gremios (si es que tienen) o el Estado.
Ahora bien, las dos situaciones anteriores han generado que ocurra un desplazamiento del campo a la ciudad en donde los campesinos no tienen más remedio que buscar trabajo en las industrias que están en la naciente ciudad debido al alto costo que implica vivir en el campo, resultado de su poca remuneración productiva.
Esto no es un problema de hace poco, inclusive va ligado al proceso de industrialización y posmodernista[3] sin embargo las causas por las cuales está ocurriendo éste hecho pueden ser reguladas e intervenidas desde que la ciudadanía tenga el empoderamiento suficiente para exigir y velar por sus intereses; todo ello significa una preparación y sobre todo participación comunitaria para apropiarse de su territorio.
Ya entonces hasta este punto hemos visto como poco a poco y por diversos elementos el Oriente ha pasado de ser una región soñada desde lo local a una pensada desde lo departamental y nacional, lo cuales, ignoran importantes rasgos y características para ejecutar sus planes, lo que al fin de cuentas genera un resultado contraproducente tanto para la comunidad de la localidad como para el mismo departamento y país, pues no hace sino replicar errores.

También, han existido diferentes procesos impulsados por ONG´S como el de PRODEPAZ que son financiados por las Naciones Unidas  con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en el Oriente, incluir a la población vulnerable dentro de los planes de desarrollo, gestionar la unión empresarial con el fin de crear una visión compartida de la región, además de reducir los índices de violencia y retornar los campesinos desplazados a sus hogares. Sin embargo notamos que independientemente de todos los procesos que se han generado a partir de ésta corporación la situación sigue igual y con tendencia a desintegrar cada vez más la región debido a los factores que ya sabemos; resultado de casos de corrupción y mala organización dentro de la entidad.

El hecho no se trata de encontrar culpables, se trata de visibilizar un proceso que esta enormemente avanzado, pero que, bien encausado puede retomar su rienda y activar todas las subregiones, municipios  y provincias del Oriente Antioqueño.  A continuación mencionare algunos de los aspectos fundamentales para lograr ese cambio social que propicie el empoderamiento y por consiguiente un concomiendo claro y agudo sobre sus problemáticas, necesidades y satisfactores, haciendo referencia a la propuesta del desarrollo como libertad de (Sen, 2000)[4]


Educación:
Éste es un pilar fundamental para que la comunidad logre esa conciencia  colectiva de las características de su territorio y su entorno para que con ello se genere una posición crítica frente al mundo sobre las potencialidades, rasgos y cultura de la cual forman parte y enfrentar así la alteridad.
El Oriente ha dado importantes pasos en la educación superior con la Universidad Católica de Oriente y la Universidad de Antioquia (seccional) sin embargo, se necesita llevar aun más lejos el enfoque social que requiere la región para un desarrollo sostenible y sustentable. Lo cual requiere que desde los grados escolares se empiece a formar a las personas con información contextualizada de su entorno, sus riquezas, atributos y sobretodo se les ubique geoestratégicamente para que tengan un panorama claro y definido sobre lo que quieren y necesitan para su territorio.

Latinoamérica presenta una alta tasa de deserción mayormente en la etapa de secundaria (Hopenhayn, 2003)[5] el Oriente no es ajeno a esta dinámica; donde los jóvenes prefieren irse a producir a una industria para asalariarse y por consiguiente abandonar su responsabilidad como participe en la planeación y conformación de su entorno. Esto trae grandes retos para la comunidad principalmente para sus líderes políticos que deben enfrentar esta  migración contundentemente para evitar el desangramiento intelectual de las nuevas generaciones.

La capacitación de docentes integrales para la región es otro punto crucial, pues de nada sirve tener a los estudiantes en las aulas de clase sin un guía que los enfoque precisa y realmente en su visión local y global, creando seres geopolíticos y con una perspectiva clara de sus necesidades como comunidad utilizando como herramienta la participación social en las actividades políticas y de desarrollo que se plantean en otras instancias.


Transferencia tecnológica y de conocimiento
El altiplano con su avance tecnológico y educativo es el responsable de incentivar el desarrollo en las zonas y comunidades más alejadas de la región. Investigando y promoviendo la apropiación de la productividad territorial mediante  la transferencia de conocimiento y tecnología, estos se logra con la visita a los campesinos por parte de los académicos, no para transformar la costumbres productivas de los campesinos  o comunidad, por el contrario, se trata de lograr un aprendizaje mutuo en donde se empalmen las fabulosas técnicas de producción artesanal con la efectividad de la planificación y utilización de la tecnología por parte de la academia, proponiendo un desarrollo endógeno a las comunidades logrando potenciar así sus actividades económicas.

Éste factor es trascendental, pues la academia tiene la responsabilidad de vincular a las empresas, Estado y comunidad para lograr un desarrollo balanceado y responsable, pero sobre todo pensado, desde las mismas personas que conforman el territorio con miras al desarrollo sostenible y sustentable de la región(Moreno, 1993)[6].


Comunicación para el Cambio Social
Lo anterior se conjuga perfectamente con la generación del empoderamiento comunitario; responsabilidad prioritaria de los profesionales en el ámbito de la comunicación para el desarrollo, quienes deben cumplir esta labor de estudiar las comunidades, obtener sus características, priorizar sus problemas y lograr que ellas mismas encuentren soluciones (el comunicador más que creador es un facilitador de soluciones)
Así pues, cuando el comunicador visita una comunidad con diferentes características, el jamás podrá imponer información ni el modo de hacer las cosas, por el contrario, deberá identificar la jerga comunicacional de las personas, sus medios tradicionales de información y difusión. Su cultura, idiosincrasia; en fin, todo lo que caracteriza a la comunidad como tal  para posteriormente, generar estrategias que propicien al dialogo e identificación de causas y síntomas de los problemas (mediante diagnósticos participativos comunitarios), para los cuales la misma comunidad planteara las soluciones; el comunicador para el desarrollo, encausa.

Ya conocemos las necesidades de apropiación y participación comunitaria que requiere el Oriente A. sus problemáticas  más agudas y sus causas. Debemos tener claro que todos somos responsables del desarrollo integral, sostenible y sustentable de nuestra región, en donde se genere un aprovechamiento adecuado tanto de los recursos naturales como de las personas, apuntando siempre a potenciar las actividades tradicionales y predispuestas por la tradición, cultura e identidad de las comunidades con miras a conservar éstas características pero también con el deseo de integrarlas al las nuevas dinámicas del desarrollo mundial y nacional.

Educación, apropiación, participación, empoderamiento son palabras fundamentales para constituir esa planeación estratégica que se debe hacer desde adentro de la comunidad integrando: academia, instituciones, empresas y sociedad en un solo conjunto de propósitos e intereses. La representación si bien por costumbre la tienen los políticos debe ser una labor vigilada y estrictamente supervisada por toda la comunidad en general haciendo referencia a sus expectativas, necesidades y territorio. Aristóteles decía somos seres políticos y sociales por naturaleza. No debemos dejar que este principio se quede solo en palabras, debemos ejercer nuestra labor cono ciudadanos responsables y comprometidos con el desarrollo de nuestro territorio, comunidad y país.

Ni las empresas, ni los macroproyectos son malos en su intención, lo malo es no exigir por parte de la comunidad el derecho a la participación en la conformación y proyección de éstos, pues es su territorio el que se verá impactado y todos los elementos que puedan ser afectados directa e indirectamente deben ser tenidos en cuenta. Para ello los diagnósticos participativos son fundamentales en reunir concretamente las necesidades, problemáticas y soluciones reales que las comunidades necesitan de acuerdo a sus intereses.
Por otro lado la explotación empresarial debe ser controlada por los líderes políticos, sino es posible, entonces por el mismo tejido social, con la conformación de gremios estructurados y con el poder de presionar fuertemente las multinacionales que cada día aumentan en número en el Oriente; todo ello con un contacto continuo e informativo con la comunidad en sí para lograr una integración de todos los factores que la conforman.

Por último quisiera reiterar el factor fundamental para lograr ese empoderamiento ideal que se debe tener en la región: la educación, sin esta no hay posibilidad de generar una conciencia pura y real de nuestro contexto y de movilizar las masas a que se apropien de lo suyo. Una educación que debe ser promovida por las instituciones públicas, por los comunicadores y no debe depender de otras instancias con otros intereses para nuestro territorio. Tenemos la responsabilidad de defender lo nuestro con argumentos y fuerza, nuestra casa, cultura e identidad no está en venta!







[1] Existen cuatro subregiones en el Oriente Antioqueño: Altiplano, Páramo, Bosques, Embalses
[2] Se refiere a la integración de la región a las dinámicas mundiales (globalización) que se manifiestan claramente con la influencia que tiene el Valle de Aburrá en el Oriente en materia de comercio, industria y vías.
[3] Véase las teorías del desarrollo
[4] Sen, A. (2000) Desarrollo y Libertad.
[5] Hopenhayn, M. (2003).Educación, Comunicación y Cultura en la Sociedad de la Información: Una Perspectiva Latinoamericana. Revista CEPAL 81. p. 181.
[6] Moreno, L. (1993). Innovación Tecnológica y Desarrollo Regional: Hacia una Más Eficaz Interrelación Universidad-Sociedad. Estudios Regionales. CEPAL. p. 365-385

1 comentario:

  1. Muy interesante lo que planteas, pienso que las propiedades en el retiro son una buena oportunidad para poder vivir en el oriente antioqueño.


    Saludos

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